Flexografía: qué es, cómo funciona y ejemplos reales de aplicación

La flexografía es una de las técnicas de impresión más utilizadas a nivel mundial para la producción de envases, etiquetas y productos flexibles. Su versatilidad, rapidez y coste competitivo la convierten en una opción ideal para sectores como la alimentación, la cosmética, el cuidado del hogar y la logística, donde se requieren grandes volúmenes de impresión con una buena calidad.

A diferencia de otros sistemas como el offset o el huecograbado, la impresión flexográfica emplea planchas flexibles que transfieren la tinta directamente al sustrato, permitiendo imprimir sobre una gran variedad de materiales, incluyendo plásticos, papeles, films metalizados o cartones.

En este artículo descubrirás a fondo cómo funciona esta técnica, qué maquinaria y materiales requiere, cuáles son sus ventajas y limitaciones, y sobre todo, encontrarás ejemplos reales de productos impresos en flexografía, así como una comparativa clara frente a otros sistemas y una sección de preguntas frecuentes.

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Impresoras flexográficas
Índice de contenidos

¿Qué es la impresión flexográfica y por qué es tan usada?

La flexografía es un sistema de impresión en relieve que utiliza planchas flexibles para transferir tinta sobre distintos tipos de superficies. Estas planchas, normalmente hechas de fotopolímero o caucho, tienen en relieve la imagen a imprimir. La tinta se aplica sobre estas zonas elevadas y luego se transfiere directamente al material de soporte.

Es considerada una impresión continua y de alta velocidad, ideal para tiradas largas y medios de empaque. Utiliza tintas de secado rápido, muchas de ellas base agua o curables por UV, lo que permite trabajar con gran eficiencia sobre sustratos no porosos como el polietileno, polipropileno, papel aluminio, entre otros.

Gracias a su capacidad de adaptarse a distintos materiales, su rapidez y su buena relación calidad-precio, es el sistema preferido para imprimir etiquetas, bolsas, sobres de café, envoltorios de galletas o botellas con etiqueta termoencogible.

Cómo funciona el proceso de impresión en flexografía

El proceso de impresión en flexografía es altamente automatizado, pero su eficiencia depende de una serie de pasos técnicos bien definidos que abarcan desde el diseño inicial hasta el acabado del producto final. Gracias a su estructura modular y versatilidad, permite una producción continua a gran velocidad, ideal para empaques y etiquetas. A continuación, detallamos las fases más relevantes de este sistema.

Preparación del diseño y creación de la plancha flexográfica

Todo comienza con la preparación del diseño, que debe adaptarse al proceso flexográfico. Esto implica separar los colores en capas individuales y aplicar ajustes técnicos como el trapping (solapamiento de colores) o la lineatura adecuada para las tramas.

Luego se procede a la creación de la plancha flexográfica, que es una lámina flexible fabricada en fotopolímero o elastómero (como el caucho). En el caso del fotopolímero, el diseño se transfiere mediante exposición a rayos UV, endureciendo las áreas que conforman la imagen en relieve. Para mayores precisiones, también se emplea grabado láser digital directo sobre la plancha.

Cada color requiere una plancha distinta, por lo que se genera una por tinta, tomando en cuenta el registro y el sistema de impresión.

Montaje en la impresora: tipos de máquinas flexográficas

Las planchas se montan sobre cilindros porta planchas en las máquinas flexográficas, las cuales pueden clasificarse en tres grandes grupos:

  • Tambor central: dispone todas las estaciones de color alrededor de un gran tambor que mantiene tenso el sustrato. Es el sistema más preciso para el registro del color, ampliamente usado en envases plásticos y etiquetas.
  • Stack (torre vertical): cada estación de color está dispuesta en una torre vertical. Son máquinas versátiles, ideales para impresiones de doble cara y formatos de gran tamaño.
  • Máquinas en línea: alinean horizontalmente todas las estaciones de impresión y permiten integrar procesos posteriores como barnizado, troquelado o laminado, siendo muy comunes en la producción de etiquetas adhesivas.

Aplicación de tinta y transferencia al sustrato

La aplicación de tinta se realiza mediante un conjunto de componentes clave. El rodillo anilox, con una superficie grabada con microceldas, recoge una cantidad exacta de tinta desde la cámara cerrada y la transfiere a la plancha flexográfica. Esta, al estar en contacto con el sustrato, transfiere la imagen mediante presión.

El uso de cámaras de tinta cerradas garantiza una aplicación limpia, controlada y sin evaporación excesiva de los componentes volátiles de la tinta, mejorando así la calidad y consistencia del color a lo largo de toda la tirada.

Secado y rebobinado del material impreso

Después de cada color, el sustrato pasa por un sistema de secado por aire caliente o curado UV, dependiendo del tipo de tinta. Este paso es crucial para evitar manchas o transferencia de tinta antes de aplicar el siguiente color o antes de enrollar el material.

El proceso culmina con el rebobinado del material impreso, dejándolo listo para las fases posteriores de conversión: troquelado, corte, laminado o empaquetado. En el caso de etiquetas o sleeves, este rebobinado es especialmente importante para garantizar la correcta alineación en procesos automáticos de aplicación.

Tipos de máquinas e impresoras flexográficas

La variedad de máquinas de impresión flexográfica disponibles en el mercado permite adaptar esta técnica a múltiples necesidades industriales, desde tiradas cortas y etiquetas personalizadas hasta producciones masivas de embalajes flexibles. Cada tipo de impresora flexográfica responde a un diseño mecánico distinto, pensado para mejorar la calidad de impresión, optimizar el espacio de trabajo o facilitar la integración de procesos adicionales como el troquelado o la laminación.

A continuación, repasamos los tres tipos principales de máquinas flexográficas, sus características y los contextos donde se utilizan con mayor eficacia:

Impresoras flexográficas de tambor central

Este es el sistema más extendido en la industria del packaging y el etiquetado. En las impresoras flexográficas de tambor central, todas las estaciones de color están dispuestas alrededor de un gran cilindro central que actúa como soporte del sustrato durante la impresión. Esta estructura garantiza una excelente precisión de registro del color, ya que el material no cambia de tensión entre colores.

Son ideales para imprimir sobre soportes flexibles y no porosos como films plásticos (BOPP, PE, PET), papel recubierto o aluminio. Este tipo de impresora flexográfica se utiliza habitualmente en la producción de etiquetas adhesivas, sobres de snacks, envoltorios de café o packs de productos cosméticos.

Máquinas tipo stack (torre vertical)

Las máquinas flexográficas tipo stack disponen cada unidad de impresión en forma de torre, una sobre otra. Esta configuración vertical ofrece una gran flexibilidad para imprimir en anverso y reverso, ya que permite colocar el sustrato de forma que pase por ambas caras de las planchas sin complicaciones técnicas.

Son recomendadas para trabajos que requieren impresión a doble cara o formatos más grandes, como bolsas industriales, sacos de papel multicapa o papel para envolver alimentos. Además, permiten una rápida adaptación a distintos anchos de impresión, por lo que son valoradas en entornos de impresión polivalente.

Máquinas flexográficas en línea

Este tipo de impresoras dispone las estaciones de impresión de forma horizontal, en línea recta, lo que facilita la integración de unidades adicionales de acabado como troquelado rotativo, barnizado, laminado o estampado en caliente. Por esta razón, son ampliamente utilizadas en la fabricación de etiquetas adhesivas, etiquetas wrap-around, sleeves termoencogibles y productos promocionales.

Las máquinas en línea ofrecen gran modularidad y son ideales para empresas que requieren flexibilidad de producción, cambios rápidos de tirada y adaptación a múltiples formatos. Además, su estructura compacta las hace aptas para espacios reducidos.

Productos y ejemplos comunes en flexografía

La impresión flexográfica está presente en una enorme variedad de productos cotidianos, especialmente en el mundo del envase, el embalaje y la etiquetación. Gracias a su capacidad de adaptarse a materiales flexibles, velocidades altas y colores intensos, esta técnica se ha consolidado como una de las más utilizadas en la industria del packaging. A continuación, repasamos los principales productos impresos en flexografía, con ejemplos reales que ilustran su versatilidad.

Etiquetas adhesivas, sleeves y etiquetas wrap-around

Las etiquetas impresas en flexografía abarcan desde las etiquetas autoadhesivas hasta los sleeves termoencogibles y las etiquetas wrap-around (que envuelven completamente el envase). Son muy comunes en botellas de agua, bebidas carbonatadas, productos de limpieza, lácteos y cosméticos.

Este tipo de impresión ofrece alta precisión de registro, ideal para diseños detallados o alineaciones complejas, y permite acabados con barnices, relieves o laminados. Por ejemplo, una botella de refresco con etiqueta sleeve puede incorporar colores metalizados, códigos QR y texturas al tacto, todo en un solo proceso flexográfico.

La capacidad de imprimir en bobina y realizar el troquelado y barnizado en línea hace que esta aplicación sea especialmente eficiente y rentable para series medianas o largas.

Bolsas y envoltorios alimentarios

Otro gran ejemplo del uso de la flexografía son los envoltorios de productos alimentarios como snacks, cereales, pasta, galletas o productos congelados. Estos se imprimen sobre films plásticos del tipo BOPP, PET, PE o laminados multicapa, que luego se termosellan para conformar el envase.

La flexografía permite aplicar tintas de secado rápido con excelente adherencia sobre estos soportes no porosos, cumpliendo a su vez con normativas de seguridad alimentaria. El resultado: bolsas resistentes, con colores vivos y excelente fidelidad gráfica.

Los productos para flexografía en este campo también incluyen materiales biodegradables o compostables, respondiendo a la creciente demanda de envases sostenibles por parte del sector agroalimentario.

Envases de cosmética y productos de limpieza

Los envases flexográficos también dominan el sector cosmético y de cuidado personal. Desde sobres de muestra con impresión en ambas caras, hasta tubos y etiquetas metalizadas para champús, cremas o detergentes, esta técnica se adapta perfectamente a envases cilíndricos, curvos o termosellables.

Además de su capacidad para trabajar con soportes plásticos brillantes, opacos o metalizados, la flexografía permite incorporar barnices UV, efectos especiales o tintas resistentes a la humedad, lo cual es crucial en productos que estarán en contacto con agua o superficies húmedas.

Gracias a las impresoras de tambor central, se logra un acabado nítido, sin desajustes de color, incluso en materiales muy delgados o delicados.

Papel film, cartones y laminados flexibles

Aunque la flexografía se asocia principalmente a envases flexibles, también tiene un papel destacado en la impresión sobre cartón corrugado, papel kraft, films de aluminio y laminados multicapa.

Ejemplos típicos son:

  • Cajas de cereales con impresión flexográfica directa.
  • Cartones para embalaje secundario en supermercados.
  • Laminados para café, chocolate o embutidos que combinan aluminio y plástico.
  • Sobres tipo doypack con ventana o sellado múltiple.

Las máquinas flexográficas de gran formato permiten imprimir directamente sobre estos sustratos, incluso en gramajes altos o superficies rugosas, garantizando una buena cobertura de tinta y legibilidad.

Materiales, tintas y planchas utilizadas en flexografía

Una de las principales razones por las que la impresión flexográfica es tan versátil reside en su capacidad para trabajar con una gran variedad de materiales, tintas y tipos de planchas. Este conjunto técnico permite adaptar el proceso a sectores tan distintos como el alimentario, el cosmético o el industrial, ofreciendo una respuesta eficaz ante los retos de impresión en soportes complejos o no porosos.

Sustratos

Los sustratos son los materiales sobre los que se imprime. En el caso de la flexografía, destacan por su diversidad:

  • Plásticos flexibles: como el BOPP (polipropileno biorientado), polietileno (PE), polietileno tereftalato (PET) y PVC. Estos materiales son los más utilizados en impresión flexográfica para packaging flexible, gracias a su ligereza, resistencia y compatibilidad con tintas de secado rápido.
  • Papel: tanto papel estucado (con acabado liso y brillante) como no estucado (más absorbente y poroso). Usado en bolsas de papel, etiquetas y envases sostenibles.
  • Aluminio y foil metalizado: habitual en productos que requieren una barrera contra la luz y la humedad, como envoltorios de chocolate, café o productos farmacéuticos.
  • Laminados multicapa: estructuras técnicas compuestas por varias capas de diferentes materiales (plástico + aluminio + papel), usadas en envases de alta gama o alimentos listos para consumir.

La compatibilidad con estos materiales convierte a la flexografía en una técnica especialmente indicada para productos donde otras técnicas, como el offset, no ofrecen buenos resultados.

Tintas

Las tintas para impresión flexográfica están diseñadas para secarse rápidamente y ofrecer una buena adherencia sobre materiales complejos. Existen varios tipos, cada uno con ventajas específicas:

  • Tintas base agua: son una opción sostenible y segura, especialmente usada en papeles y cartones. No contienen disolventes volátiles, por lo que reducen las emisiones contaminantes.
  • Tintas base solvente: ideales para plásticos y films no absorbentes. Su secado rápido las hace compatibles con líneas de producción de alta velocidad. Son las más comunes en el packaging alimentario impreso en flexografía.
  • Tintas UV: se curan mediante exposición a luz ultravioleta. Ofrecen una adherencia inmediata, resistencia al roce, a la humedad y a productos químicos. Son frecuentes en etiquetas premium y productos cosméticos.

Hoy en día, muchas empresas de flexografía apuestan por la implementación de tintas sostenibles, adaptándose a normativas medioambientales sin sacrificar calidad.

Planchas flexográficas

El componente clave del sistema es la plancha flexográfica, encargada de transferir la tinta al sustrato. Hay dos tipos principales:

  • Planchas de fotopolímero: son las más utilizadas. Se fabrican mediante exposición a luz UV, endureciendo las zonas que formarán la imagen en relieve. Ofrecen gran definición, adecuada para líneas finas, tipografía y degradados. Están disponibles en versión digital (CTP – computer to plate) para grabado láser directo, lo que mejora la resolución y precisión.
  • Planchas de elastómero o caucho: más resistentes a solventes, ideales para entornos de trabajo exigentes o trabajos con presión alta. Se utilizan cuando se requiere durabilidad o en impresiones menos delicadas.

Ambas planchas son reutilizables, pero requieren almacenamiento adecuado para conservar su forma y evitar deformaciones.

Ventajas y limitaciones de la impresión flexográfica

La impresión flexográfica ha evolucionado considerablemente en las últimas décadas, mejorando en calidad, sostenibilidad y automatización. Sin embargo, como cualquier técnica, presenta puntos fuertes y debilidades que conviene valorar en función del proyecto gráfico.

Ventajas

  • Alta velocidad de producción: la impresión flexográfica es una de las más rápidas del mercado. Permite tiradas largas y producción continua, lo que la hace ideal para grandes volúmenes de etiquetas, envases o embalajes.
  • Coste competitivo: una vez preparadas las planchas, los costes por unidad son bajos, lo que compensa la inversión inicial en medios de preimpresión.
  • Compatibilidad con materiales difíciles: como plásticos no absorbentes, películas metalizadas o laminados. Es una técnica perfecta para imprimir sobre materiales que otras técnicas no pueden manejar eficientemente.
  • Adaptabilidad: es útil para sectores muy diversos —alimentación, cosmética, farmacia, logística, bebidas— gracias a su capacidad de imprimir en diferentes formatos y soportes.
  • Integración de procesos: muchas impresoras flexográficas permiten añadir procesos como troquelado, laminado, barnizado o numeración en línea, ahorrando tiempo y recursos.

Limitaciones

  • Preparación compleja para tiradas cortas: el coste de las planchas y el montaje inicial hacen que la flexografía no sea rentable en series pequeñas o para impresión personalizada.
  • Resolución menor que el offset o digital: si bien ha mejorado mucho, sigue siendo menos adecuada para imágenes fotográficas de alta definición o reproducciones muy detalladas.
  • Menor flexibilidad para cambios rápidos: cada color y diseño requiere una nueva plancha. Esto dificulta el trabajo bajo demanda o el diseño variable en tiempo real.
  • Impacto ambiental potencial: aunque existen opciones ecológicas, muchas tintas base solvente y disolventes de limpieza pueden generar emisiones contaminantes si no se gestionan correctamente.

Comparativa: flexografía vs offset, digital y huecograbado

A la hora de seleccionar una técnica de impresión, es importante conocer las diferencias entre los principales sistemas utilizados en la industria gráfica. La flexografía destaca por su eficiencia en tiradas largas y su capacidad de imprimir sobre materiales flexibles, pero cada método tiene sus ventajas y limitaciones según el tipo de proyecto, el soporte, el presupuesto y los objetivos de calidad.

A continuación, analizamos cómo se posiciona frente a otras técnicas clave como el offset, la impresión digital y el huecograbado, con especial atención a sus usos ideales, costes relativos y calidad final.

¿En qué se diferencian estas técnicas?

  • Flexografía: Es un sistema de impresión en relieve que emplea planchas flexibles, rodillos anilox y tintas de secado rápido. Es perfecto para imprimir sobre materiales no porosos, como films plásticos o aluminio, a gran velocidad y en tiradas medianas o largas. Es muy usada en etiquetas, envases, bolsas y embalajes flexibles.
  • Offset: Sistema de impresión plano e indirecto, ideal para papel y cartón. Destaca por su alta resolución y fidelidad de color, siendo la técnica predominante en libros, revistas, catálogos y folletos corporativos. Es más rentable en tiradas largas sobre papel, pero no funciona con materiales plásticos o flexibles.
  • Impresión digital: No requiere planchas. Se basa en archivos digitales y tintas o tóneres que se aplican directamente al sustrato. Es perfecta para tiradas cortas, personalización, impresión bajo demanda y cambios frecuentes de diseño. Aunque ofrece agilidad, la calidad puede ser menor en grandes áreas de color plano o detalles complejos.
  • Huecograbado: Utiliza cilindros grabados en hueco para transferir la tinta. Se caracteriza por su altísima calidad de impresión, con colores intensos, degradados perfectos y gran resistencia. Es ideal para packaging de alta gama, publicaciones de lujo y producciones masivas, pero requiere una fuerte inversión inicial.
Técnica Ideal para… Coste Calidad
Flexografía Envases flexibles, etiquetas, packaging alimentario Medio Alta
Offset Libros, revistas, papelería institucional Bajo en volumen Muy alta en papel
Digital Tiradas cortas, diseño variable, marketing personalizado Bajo inicial Media (mejorando)
Huecograbado Packaging de lujo, revistas premium, gran volumen global Alto (setup) Muy alta y precisa

Esta comparativa permite elegir con criterio la tecnología más adecuada según los objetivos del proyecto gráfico. La impresión flexográfica se consolida como una solución intermedia muy eficaz: combina velocidad, adaptabilidad a materiales especiales y una excelente relación entre calidad y coste en aplicaciones industriales.

Reflexión final: ¿Por qué la flexografía sigue siendo clave en la industria gráfica

A lo largo de este artículo hemos explorado a fondo qué es la impresión flexográfica, cómo funciona, qué ventajas ofrece y en qué tipo de productos se aplica. Esta técnica, lejos de quedar obsoleta frente a métodos más recientes como el digital, sigue destacando por su versatilidad, velocidad de producción y adaptabilidad a materiales complejos.

Gracias a su capacidad de imprimir sobre plásticos, films, papeles técnicos y soportes no porosos, la flexografía se ha consolidado como la solución preferida en sectores como el packaging alimentario, la cosmética, la limpieza industrial o el etiquetado. Su uso de planchas flexibles, tintas de secado rápido y maquinaria de alto rendimiento permite abordar tiradas medias y largas con una calidad constante y competitiva.

Además, el compromiso del sector con la sostenibilidad —incorporando tintas al agua, sistemas de recuperación de solventes y tecnología de bajo consumo energético— asegura que la flexografía no solo sea eficaz, sino también respetuosa con el medio ambiente.

Si estás buscando una técnica que combine rendimiento, calidad y eficiencia, especialmente para envases o etiquetas, la flexografía es, sin duda, una de las mejores opciones disponibles en la actualidad. Y con la constante evolución tecnológica, su papel seguirá siendo clave en el futuro de la impresión industrial.

Preguntas frecuentes sobre la flexografía (FAQs)

¿Qué significa flexografía y en qué se basa su funcionamiento?


La flexografía es un sistema de impresión en relieve que utiliza planchas flexibles (de fotopolímero o caucho) para transferir tinta sobre un sustrato. Estas planchas se montan en cilindros rotativos y permiten imprimir a gran velocidad sobre materiales como plástico, papel, aluminio o cartón. Su funcionamiento se basa en el contacto directo entre la plancha entintada y el material, con secado rápido que facilita la producción continua.

¿Qué productos se imprimen en flexografía?


Los productos impresos en flexografía son muy diversos. Algunos ejemplos habituales incluyen:

  • Etiquetas adhesivas para botellas, envases o productos cosméticos.
  • Bolsas plásticas para alimentos (snacks, cereales, pasta).
  • Envoltorios de galletas, café o productos congelados.
  • Sleeves termoencogibles para botellas de bebidas.
  • Cartones ondulados, papeles laminados y envases multicapa.
  • Etiquetas wrap-around y packaging técnico.
    Es una técnica versátil ideal para envases flexibles y materiales que requieren resistencia, flexibilidad y gran volumen de producción.

¿Qué diferencia hay entre la flexografía y el offset?


La diferencia principal está en el soporte y en la forma de impresión:

  • La flexografía es óptima para imprimir sobre materiales no porosos (plásticos, films, aluminio) y permite producciones continuas a alta velocidad.
  • El offset trabaja mejor con papel estucado o no estucado y ofrece mayor definición en impresiones detalladas (libros, folletos, revistas).
    En resumen, la flexografía es más rápida y versátil para packaging, mientras que el offset es ideal para material editorial de alta resolución.

¿Qué tipos de tintas se utilizan en flexografía?


Existen varios tipos de tintas flexográficas, según el soporte y la aplicación:

  • Tintas base agua: ideales para papel y cartón, menos contaminantes y aptas para packaging sostenible.
  • Tintas base solvente: secado rápido, muy utilizadas en packaging flexible de alimentos y cosméticos.
  • Tintas UV: curadas mediante luz ultravioleta, se secan al instante y ofrecen gran resistencia a la abrasión y al rayado.
    Además, pueden incluir tintas metalizadas, fluorescentes o barnices para acabados especiales.

¿Qué ventajas ofrece una impresora flexográfica de tambor central?


Las impresoras de tambor central ofrecen una alta precisión en el registro de colores, ya que el sustrato permanece sujeto a un tambor común durante toda la impresión. Esto evita movimientos o desajustes entre colores, especialmente en materiales delgados o elásticos como el film plástico. Son ideales para etiquetas, sleeves y envases alimentarios, donde la calidad gráfica y el registro son clave.

¿Es posible hacer impresión ecológica con flexografía?


Sí. De hecho, muchas empresas de impresión flexográfica están migrando hacia modelos más sostenibles. El uso de tintas al agua, materiales reciclables y la mejora de los sistemas de secado y recuperación de solventes han hecho de la flexografía una opción ecológica viable. Además, la reducción de desperdicio durante el proceso y el menor consumo energético en máquinas modernas contribuyen a minimizar el impacto ambiental.

¿Qué tipo de empresas utilizan flexografía actualmente?


La flexografía es empleada por múltiples sectores:

  • Imprentas especializadas en etiquetas y materiales flexibles.
  • Fabricantes de bolsas, sobres, films y cartones para logística o productos comerciales.
  • Industrias que requieren impresiones técnicas sobre materiales no convencionales.
    Su capacidad para trabajar con gran variedad de soportes y su eficiencia productiva hacen que sea la técnica preferida en tiradas medias y largas de productos de consumo masivo.