Impresión en serigrafía

La impresión en serigrafía es uno de los tipos de impresión que surgió en el siglo XX y que gracias a su historia y a su gran usabilidad ha desencadenado mejoras y automatizaciones que permiten grandes tiradas con poco esfuerzo físico. 

En la década del 1930, Guy Maccoy empleó por primera vez la técnica de la impresión por serigrafía para una de sus exposiciones artísticas sin darse cuenta de que había creado un nuevo método. El sistema de impresión por serigrafía fue la técnica predominante hasta mediados de los años 60. 

Gracias a la serigrafía se puede transferir el diseño que quieras a cualquier material en pequeñas o grandes tiradas de productos impresos y personalizados a buenos precios. Mediante este sistema de impresión se imprimen millones de productos como camisetas, zapatillas, cartelería, lonas, cerámica, paneles, mamparas, materiales rígidos, envases o botellas, entre miles de productos más.

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Merchandising impreso con serigrafía

Tabla de contenidos

¿Qué es la serigrafía?

Se conoce como serigrafía a uno de los sistemas de impresión, estampación o grabado de imágenes, con casi cien años de historia y que es muy rentable para las empresas que tienen que personalizar grandes tiradas de sus productos. 

Su método de producción es muy efectivo sobre cualquier material para la impresión con variedad de acabados. La resistencia de los grabados es realmente fuerte y duradera. Es un sistema perfecto para la producción de grandes pedidos, resulta rentable y la calidad es notable. 

El sistema de impresión en serigrafía tiene casi un centenar de historia. Como todos los grandes inventos, se ha ido modificando y se han ido creando nuevos mecanismos de grabado con tintas. Por tanto, se trata de una práctica de impresión que ha ido mejorando con los avances científicos y químicos.

Técnicas de impresión en serigrafía

Para entender qué es serigrafía es importante conocer su mecanismo y sistema de producción:

Su estructura se compone de un marco o bastidor (generalmente de madera) con una malla metálica fina tensada. En esa malla está el fotolito, el cual lleva impreso en negro el diseño que se pretende imprimir, mientras que lo demás no absorberá tinta gracias al  barniz. La impresión con el material fotosensible que ha dejado parte de la malla en negro se endurece por su reacción a la luz, dejando a modo de plancha el molde perfecto del diseño que se quiere imprimir. 

Los hilos que tejen la malla estarán más juntos a cuanto mayor número de detalles pequeños tenga el diseño. Por ejemplo, para la serigrafía de camisetas se suelen utilizar planchas con cuarenta y tres hilos metálicos de aproximadamente por centímetro. La cifras ascienden hasta casi el centenar en impresiones con muchísimo detalle. 

A esa malla se le aplica tinta sin tocar el diseño y con una madera a modo de rasqueta se aplicará la tinta de forma selectiva sobre el soporte que está al otro lado de la malla. Debes de saber que la aplicación de las diferentes tintas es individual. 

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Gracias a estas planchas o pantallas, una vez creado ese “molde” se puede repetir el proceso cuantas veces se quiera sin perder calidad de impresión ni definición. 

Tipos de impresión en serigrafía

Como estamos viendo, la impresión en serigrafía es mucho más común de lo que creemos. A consecuencia de su constante evolución han surgido diferentes tipos de serigrafía

  • Serigrafía manual: Se realiza toda la preparación y el proceso de impresión de forma manual, extendiendo con la rasqueta la tinta sobre la malla. 
  • Serigrafía semiautomática: La impresora extiende la tinta sobre el objeto pasando por la malla de forma automática. El operario coloca el material para que entre en contacto con la malla. Es un trabajo entre el operario y la máquina. 
  • Serigrafía automática: El operario se encarga de reponer los materiales durante las fases de la impresión pero es la impresora la que realiza todo el trabajo de impresión de forma totalmente automática.
  • Serigrafía circular: Esta técnica es ideal para personalizar objetos de formas cilíndricas o redondas. La preparación de las tintas es manual pero posteriormente la impresora hace que la pantalla rote al mismo tiempo que el soporte evitando así deformaciones o falta de nitidez. 

Por ejemplo, la serigrafía es el sistema perfecto de impresión de camisetas personalizadas, puesto que su impresión es resistente y sus colores vivos. Aunque para la impresión de fotos, degradados y fidelidad de los colores es mejor optar por la impresión digital. 

Para imprimir materiales plásticos puedes hacerlo en serigrafía, pero si para ti lo más importante son los factores cantidad y precio y precisas de grandes tiradas, otro artículo que te puede interesar es: la impresión en flexografía.

Por qué imprimir en serigrafía

Si lo que buscas es personalizar productos de diferentes materiales a bajo coste la serigrafía es una de las técnicas de impresión que puedes escoger. Su calidad y resistencia son una de las razones principales de por qué imprimir en serigrafía. Esta técnica es ideal
para imprimir sobre cualquier superficie plana.

Mediante la impresión en serigrafía puedes personalizar: tapas de carpetas, portadas de libros, azulejos, aluminio, textil, cuero, madera, elementos decorativos, libros, merchandising, cartelería de pequeño y gran formato, menaje, corcho o plástico, entre miles de productos más.